La inseguridad que afecta al país también ha llegado a los centros médicos. La Asociación de Médicos Rurales del Ecuador reporta que cada día recibe un promedio de cinco denuncias de profesionales que han sido víctimas de amenazas, extorsiones e incluso atentados, mientras cumplen con su año de salud rural, un requisito obligatorio para ejercer la profesión.
La presidenta de la Asociación, Roberta Cedeño, asegura que la situación es crítica.
“Yo recibí el mes pasado cinco denuncias en la fiscalía, pero verbalmente, de manera informal, yo tengo todos los días. Podemos estar en riesgo de alguna balacera, extorsión, algún robo a mano armada, que lo ha habido. Tengo una persona que en su inducción recibió una herida por arma de fuego”, indicó.
Según el reporte de la Asociación, las provincias más peligrosas para ejercer la rural son Esmeraldas, Manabí, El Oro y Guayas. Solo en esta última, 125 médicos han sido amenazados en menos de un año, dos fueron secuestrados y uno fue asesinado: el doctor José Steven Giler, quien realizaba su año rural en El Empalme.
El médico había notificado a las autoridades de salud que estaba recibiendo amenazas y solicitó su cambio de plaza, pero no fue atendido.
“Se encontraba realizando su año rural, ingresó la solicitud de cambio de plaza por esas múltiples amenazas que estaba teniendo. Hicieron caso omiso, y desafortunadamente él fue intervenido mientras estaba manejando y fue asesinado”, lamentó Cedeño.
El año rural es obligatorio para médicos generales, enfermeros y odontólogos recién graduados. Si renuncian o abandonan las plazas, reciben una sanción de dos años sin poder ejercer. Sin embargo, el miedo ha hecho que muchos abandonen sus puestos, incluso dejando el país.
Uno de los testimonios recogidos da cuenta del nivel de amenaza que viven estos profesionales.
“Mientras yo cursaba mi año de salud rural, un día mi familia y yo recibimos una advertencia por teléfono con detalles nuestros, en donde se incluía además mi lugar de rural. Tenía que hacer una denuncia, pero en ese momento me daba mucho miedo”, relató anónimamente.
Frente a este panorama, los médicos piden al Ministerio de Salud garantías y resguardo para poder ejercer la profesión sin arriesgar la vida.
