Rafael tocó tierra este miércoles en Cuba convertido en un potente huracán de categoría 3.
Según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por sus siglas en inglés), Rafael ingresó en Cuba por la provincia occidental de Artemisa con fuertes vientos sostenidos de 185 km/h.
Una vez que se desplazaba por la isla, sus vientos bajaron a categoría 2 con rachas sostenidas de hasta 170 km/h.
Aunque la tormenta está perdiendo intensidad a medida que avanza hacia el Golfo de México, el NHC advierte que los fuertes vientos aún podrían provocar marejadas ciclónicas, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que podrían poner en peligro la vida.
Según las autoridades de Cuba, horas antes de la llegada del ciclón, todo el sistema eléctrico de la isla dejó de funcionar y se ordenó la evacuación de unas 50.000 personas en La Habana y de otras miles en localidades del oeste del país.
“Se trabaja en la creación de subsistemas eléctricos en el centro y el oriente de Cuba. En occidente este proceso será más lento, se deben revisar las líneas y las instalaciones eléctricas necesarias. Es un protocolo que demanda tiempo”, dijo el Ministerio de Energía y Minas el miércoles.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, lideró, el miércoles en la noche, la reunión del Consejo de defensa nacional para evaluar los pasos a seguir.
“Vamos de inmediato a la recuperación, sin tiempo que perder”, dijo el mandatario, según Granma.
De acuerdo con ese medio de comunicación, ya se había comenzado a restablecer el sistema eléctrico en el centro y el oriente del país
El gobierno también declaró en alerta por fase ciclónica a las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos, Matanzas, Mayabeque, La Habana, Artemisa, Pinar del Río y el municipio de Isla de la Juventud.
El temporal amenaza con agravar la precaria situación del país caribeño, al que ya golpearon dos ciclones esta temporada y que atraviesa una profunda crisis marcada por la escasez de productos básicos y los cortes eléctricos.

El NHC pronosticó que Rafael llevaría a Cuba “vientos con fuerza de huracán dañinos, marejada ciclónica que amenaza la vida y olas destructivas”.
También especificó que las subidas del mar producto de la marejada superarían los 3 metros en el occidente cubano.
Rafael también amenazaba con causar inundaciones, deslaves y otros daños en varias localidades del oeste de Cuba.
En los territorios en alerta, las autoridades cubanas cancelaron las actividades escolares, modificaron o suspendieron servicios de transporte público y establecieron medidas para proteger los suministros de electricidad y alimentos, según informó la prensa estatal.En Estados Unidos se anunció una alerta de tormenta tropical en los cayos de Florida, donde Rafael podría llegar el miércoles en la noche tras su paso por Cuba.