Dos fundas que asemejan cadáveres humanos fueron dejadas en el parqueadero del Complejo Judicial Albán Borja, norte de Guayaquil.
Cerca de las 08:40, agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional abrieron los bultos embalados y descartaron que se tratase de restos humanos o explosivos.
En el interior de los plásticos se encontraron bolsas llenas de papel, con incluso pompones de regalo.
Esta situación ocurre tres días después de una amenaza de bomba que provocó que los funcionarios abandonen las instalaciones entre las 12:30 y 14:30.
Allí, el GIR halló camaretas puestas dentro del carro de un juez. El Consejo de la Judicatura calificó ese suceso como un acto criminal.

La entidad también hizo un llamado a las autoridades competentes para “tomar las medidas necesarias de seguridad y combatir al crimen organizado“.
Se presume que estos últimos actos de intimidación tienen el objetivo de retrasar procesos judiciales que implicarían la caducacidad de prisión preventiva de procesados por delincuencia organizada.