Al menos nueve personas han muerto tras la explosión de una pipa de gas en el municipio de Iztapalapa, en la Ciudad de México, según confirmó la Secretaría de Salud Pública de la capital mexicana.
En una nota informativa, la dependencia informó de que son nueve personas fallecidas, 55 hospitalizadas y 22 lesionadas que ya han sido dadas de alta de distintos hospitales, tras el sinistro ocurrido en la tarde del miércoles en el este de la ciudad.
Entre los heridos, se encuentra Alicia Teodoro Matías, la mujer de 49 años que resultó con quemaduras en más del 90 % de su cuerpo tras proteger a su nieta de 2 años de las llamas, según la lista publicada por el Gobierno de la Ciudad de México, Alicia habría fallecido, no obstante, sus familiares desmintieron esta versión, ya que, según ellos, Alicia permanece internada en el Hospital Magdalena de Salinas, y personal médico les indicaron que ella sigue con vida.
Su nieta Azuleth, la pequeña por la que Alicia arriesgó su vida y su integridad física, permanece estable y fuera de peligro.
También figura Ana Daniela Ramírez Barragán, una estudiante de la Universidad Autónoma de México (UNAM) quien se encontraba desaparecida tras la explosión. Tristemente, el fallecimiento de Ana fue confirmado por la institución educativa.
Este caso se dio a conocer cuando en un video, un brigadista que estaba ayudando a los heridos tras la explosión halló un teléfono y atendió a las llamadas de los padres, quienes con angustia querían saber del paradero de su hija.Lastimosamente, tras mucha incertidumbre, se dio a conocer que finalmente Ana Daniela había fallecido.
En medio de la tragedia ocurrida una historia de una perrita ha conmovido las redes sociales. Se trata de Cereza, una perrita embarazada que logró sobrevivir al siniestro y ahora lucha por su vida y la de sus cinco cachorros recién nacidos.
Cereza fue encontrada corriendo desorientada y con quemaduras en las inmediaciones del lugar de la explosión. La organización protectora de animales Huellitas, amor sin fronteras se hizo cargo de su rescate y la trasladó de urgencia a una clínica veterinaria. Allí, el equipo médico determinó que su estado era crítico y que requería una cesárea de emergencia, ya que las quemaduras ponían en riesgo tanto su vida como la de sus crías.
A pesar de su delicado estado de salud, Cereza sobrevivió a la cirugía, al igual que sus cinco cachorros. Sin embargo, el pronóstico para todos ellos es reservado. La madre presenta graves quemaduras en gran parte de su cuerpo y los bebés nacieron de forma prematura, por lo que requieren de cuidados intensivos para salir adelante.