En Saraguro, provincia de Loja, las lluvias no cesan. El invierno ha dejado tras de sí un rastro de destrucción que obligó al COE cantonal a declarar la emergencia.
En la comunidad indígena de Bura, un deslizamiento arrasó con sembríos de maíz y pastizales.
Unas 200 familias que dependen de la ganadería temen por la alimentación de sus vacas, ya que las laderas quedaron cubiertas de lodo.
La situación se agrava por la continua caída de tierra que amenaza con alcanzar a la comunidad Las Lagunas, que está dos kilómetros más abajo.
Unos 30 pobladores de ambas zonas realizan una minga para frenar el avance del desastre.
En medio del lodo y la lluvia, con picos, palas y baldes, los comuneros excavan un canal para redirigir el agua y el sedimento.
«Todos estamos afectados porque acá abajo también están dañadas unas casas, unos garajes, yo tampoco puedo salir de arriba con mi carro, aquí está taponado todo y ni los animales podemos transportar a otro lado», comentó Aurelio Cango, morador de Bura.
Al otro extremo del cantón, en las laderas de la parroquia Manú, el cementerio local empezó a hundirse. Al menos 10 bóvedas se desmoronaron por un deslizamiento y los habitantes excavan para recuperar los cuerpos.
La zona permanece incomunicada debido a otro deslave que bloqueó la carretera de ingreso.
Según el Municipio de Saraguro, en el cantón han ocurrido 85 derrumbes, provocando interrupciones en el servicio de agua potable y afectando la captación.
«En esta última semana han sido extremadamente intensas las lluvias acá, con largas horas de precipitaciones y eso ha ocasionado sobre todo un fuerte problema para nosotros en la destrucción de la tubería que conduce desde la captación hasta la planta de tratamiento. Hemos tenido 9 derrumbes que han ocasionado rotura de la matriz de conducción del agua», detalló el alcalde de Saraguro, Abel Sarango.

Por ahora, el Municipio ha desplegado cincoretroexcavadoras y tres volquetas en los puntos más críticos para iniciar la remoción de escombros y habilitar las vías afectadas.