Desde esta semana entró en vigencia en Quito una ordenanza municipal que prohíbe el corte de orejas y cola en mascotas con fines estéticos, al considerarlo una forma de mutilación injustificada. La normativa establece que esta práctica será sancionada como una infracción muy grave, con multas que pueden llegar hasta los 4.700 dólares.
La ordenanza solo permite estos procedimientos cuando exista una justificación clínica comprobada. Expertos veterinarios advierten que el corte de orejas o cola puede provocar dolor neuropático, infecciones y complicaciones a largo plazo en los animales.
Las autoridades locales esperan que esta medida contribuya al respeto y bienestar de los animales de compañía en la capital.