Las Fuerzas Armadas de Ecuador trasladaron este miércoles a 42 mujeres colombianas privadas de libertad desde un centro penitenciario en Tungurahua hasta el Puente Internacional de Rumichaca, en la frontera con Colombia, como parte de un proceso de deportación de ciudadanos extranjeros condenados en el país. El operativo, ejecutado bajo estrictas medidas de seguridad, incluyó registros corporales y controles de armas, municiones y explosivos, cumpliendo con las normativas penitenciarias.
NO PODRÁN VOLVER EN 40 AÑOS
El ministro del Interior, John Reimberg, informó que las deportadas tienen prohibido el ingreso a Ecuador por 40 años, en línea con la política del gobierno de Daniel Noboa para reforzar el control en cárceles y garantizar el cumplimiento de leyes migratorias. El traslado, sin incidentes, se suma a recientes deportaciones de ciudadanos colombianos desde centros como Latacunga y Ambato, donde se identificaron a 1.200 extranjeros entre los 31.200 reclusos reportados en 2023.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó la falta de coordinación bilateral, afirmando en X que Ecuador no comunicó adecuadamente la entrega de los ciudadanos, lo que generó tensiones diplomáticas.
La Cancillería ecuatoriana defendió el operativo, destacando el respeto a los derechos humanos y la coordinación con el Bloque de Seguridad. Las autoridades colombianas en Ipiales recibieron a las deportadas para su reintegración, aunque Petro señaló que el proceso careció de un protocolo claro.
Ecuador enfrenta desafíos en sus cárceles, con hacinamiento y violencia ligada a bandas como Los Choneros. En 2025, el país ha intensificado operativos para liberar espacio penitenciario y deportar a extranjeros condenados por delitos como narcotráfico y extorsión. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional mantendrán la vigilancia en Rumichaca y otros puntos fronterizos, con más deportaciones previstas en las próximas semanas.
