Lo que parecía un juego inocente entre dos hermanos pequeños casi termina en tragedia, ya que un niño de apenas 4 años estuvo a punto de morir asfixiado cuando su hermana, de 5, sin saber el riesgo, tiró con fuerza de una cuerda atada a su cuello mientras jugaban a los caballitos.
El niño, al sentir que no podía respirar, cayó al suelo visiblemente afectado. Pero la hermana, sin entender lo que ocurría, volvió a tirar de la cuerda, pero lo que ninguno de los dos sabía es que la cuerda tenía un nudo corredizo, por lo que mientras más se jalaba, más se ajustaba al cuello del pequeño.
La situación se tornó crítica en segundos, ya que el niño se estaba ahogando y apenas podía respirar. Fue entonces cuando la madre, alertada por los gritos, corrió a ver qué pasaba. Al entrar en la habitación, encontró una escena devastadora, ya que vio a su hijo en el suelo, con la cuerda aferrada al cuello y sin poder respirar.
Sin perder tiempo, la mujer buscó unas tijeras y cortó rápidamente la cuerda. Solo así logró liberar al niño y permitirle volver a respirar.
Este dramático episodio recuerda la importancia de supervisar siempre a los niños, especialmente cuando juegan con objetos que pueden representar riesgos, ya que su inocencia no les permite distinguir el peligro, y lo que empieza como un simple juego puede tener consecuencias graves en segundos.
