En la conmemoración del Día Internacional del Niño, este 1 de junio, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha emitido una sombría advertencia: más de 120.000 niños han muerto o han sido mutilados en conflictos armados desde 2005. La situación se agrava al revelar que 473 millones de menores, lo que representa el 19% de la población infantil global, viven actualmente en zonas afectadas por la guerra, una cifra que casi se ha duplicado en las últimas tres décadas. Los datos recientes reflejan un aumento sostenido y alarmante de las violaciones graves contra los derechos infantiles.
El panorama es desolador. Solo en 2023, la ONU documentó 32.990 violaciones graves contra 22.557 menores, incluyendo asesinatos, mutilaciones, reclutamiento forzado y violencia sexual. Estas cifras son un testimonio del creciente impacto de la violencia en la vida de los más jóvenes.
Conflictos más mortales para la infancia:
- Gaza: Desde octubre de 2023, el conflicto ha cobrado la vida de más de 16.000 niños y ha dejado a 34.000 heridos. Además, 3.500 menores se encuentran en riesgo crítico de muerte debido a la desnutrición aguda, una consecuencia directa del bloqueo y la destrucción.
- Ucrania: La guerra continúa dejando una estela de devastación. En los primeros nueve meses de 2024, se contabilizaron al menos 1.500 muertes infantiles, superando el total registrado en todo 2023.
- Sudán: El conflicto en este país ha provocado la muerte de 13.000 niños y ha desplazado a 1.3 millones, sumiéndolos en una crisis humanitaria sin precedentes.
- Yemen y Somalia: Estas naciones, ya golpeadas por la inestabilidad, registran miles de casos de reclutamiento forzado y muertes violentas de menores, evidenciando la brutalidad de los conflictos.
Adicionalmente, se estima que 47.2 millones de niños han sido desplazados forzosamente a causa de la violencia, muchos de ellos sin acceso a servicios básicos como agua potable, saneamiento y refugio seguro.
