Rosario Noemí Medina Lalangui, de 31 años, fue sentenciada este martes 3 de junio de 2025 a 34 años y 8 meses de prisión por el asesinato de Washington Ramón Corella González, un hombre de 78 años, ocurrido en la ciudadela 18 de Noviembre, en Huaquillas, el pasado 10 de enero de 2024. El fallo incluye también una reparación económica para los familiares de la víctima y al Estado ecuatoriano.
El caso que estremeció a la ciudad fronteriza tuvo su desenlace judicial tras más de un año de investigaciones y búsqueda de justicia. El 10 de enero de 2024, Corella fue encontrado sin vida en su vivienda ubicada entre las calles Tungurahua y Junín, con 26 puñaladas en el tórax. Según los informes forenses, la agresora —con quien compartía bebidas alcohólicas ese día— reaccionó violentamente tras una discusión, provocando la muerte del adulto mayor por hemorragia masiva.
Luego de cometer el crimen, Rosario Medina huyó, llevándose algunas pertenencias del fallecido. Su captura se concretó el 21 de junio de 2024, cuando fue reconocida por la hija de la víctima en una calle céntrica de Huaquillas. La rápida alerta permitió a la Policía Nacional interceptarla y ponerla a disposición judicial.
Evidencia clave en el juicio
Durante el proceso, la Fiscalía presentó pruebas contundentes, incluyendo pericias forenses, testimonios de familiares y peritos, así como la confesión de la acusada, lo que permitió al tribunal penal emitir la pena máxima prevista para el tipo de delito cometido.
Además de la condena privativa de libertad, el fallo judicial estableció que Medina deberá pagar $30.000 a los familiares como reparación integral, así como mil salarios básicos unificados al Estado ecuatoriano.
Este caso fue tipificado como asesinato con agravantes, al demostrarse que hubo violencia extrema, premeditación y posterior huida, factores que incrementaron la gravedad del hecho.
Para la familia Corella, la sentencia representa el cierre de un capítulo doloroso. Durante la audiencia final, los allegados expresaron su agradecimiento a las autoridades judiciales por esclarecer los hechos y aplicar una sanción proporcional a la brutalidad del crimen.
No obstante, recalcaron que la pérdida de Washington Corella, conocido por su carácter amable y tranquilo, deja un vacío imposible de llenar en sus vidas.
Este caso se suma a otros procesos penales emblemáticos en Ecuador, en los que se busca reafirmar el principio de que la impunidad no puede tener cabida, especialmente en crímenes violentos que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad, como los adultos mayores.
