Londres, Reino Unido. Por primera vez en la historia médica del Reino Unido, una mujer dio a luz a una bebé gestada en un útero trasplantado, gracias a la generosidad de su hermana mayor y a un complejo procedimiento quirúrgico que marcó un hito en la medicina reproductiva del país.
Grace Davidson, una dietista de 36 años del Servicio Nacional de Salud (NHS), nació con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), una rara condición congénita que afecta a una de cada 5.000 mujeres y que implica la ausencia o malformación del útero, aunque los ovarios funcionen normalmente.
Después de años intentando formar una familia, y tras considerar la adopción y la gestación subrogada, Grace recibió un gesto de amor sin precedentes: su hermana mayor, Amy Purdie —madre de dos niñas— le donó su útero.
Una operación histórica en el Reino Unido
El trasplante se realizó en febrero de 2023 y duró más de 17 horas, con la participación de más de 30 especialistas. Fue liderado por el equipo de Womb Transplant UK, una organización benéfica que financió el procedimiento como parte de un ensayo clínico sin precedentes en el sistema sanitario británico.
Un año después, el 27 de febrero de 2024, nació Amy Isabel, la primera bebé del Reino Unido concebida y gestada en un útero trasplantado. El nacimiento fue por cesárea programada en el Queen Charlotte’s and Chelsea Hospital de Londres. La niña pesó poco más de dos kilos y su nombre rinde homenaje tanto a su tía Amy, la donante, como a la cirujana española Isabel Quiroga, quien lideró el procedimiento de trasplante.
“Es difícil de describir… lloramos los dos”
Angus, esposo de Grace, compartió con la prensa el momento en que vio por primera vez a su hija: “Fue increíble. Ambos rompimos a llorar. Es difícil de describir… Llevábamos mucho tiempo deseando formar una familia”.
Por su parte, Grace dijo que tener a su hija en brazos por primera vez fue “una mezcla de incredulidad y felicidad”. “Sabía que era nuestra, pero era difícil de creer. Es como si ahora hubiera una sensación de plenitud donde antes había un vacío”, expresó.
El caso de Grace no solo representa una esperanza para mujeres con condiciones similares, sino también un avance significativo en las posibilidades reproductivas que la ciencia y la solidaridad humana pueden ofrecer.