Un grupo de estudiantes protagonizó graves incidentes en un colegio del Suburbio de Guayaquil la tarde del martes 23 de septiembre. Los jóvenes incendiaron un auto y causaron destrozos en el mobiliario de un baño del plantel, lo que generó temor entre docentes, alumnos y padres de familia.
Según testigos, los hechos se habrían originado tras la desvinculación de tres profesores que denunciaron presuntas irregularidades dentro de la institución educativa ubicada entre las calles 29 y la J. La situación obligó a la intervención inmediata de la Policía Nacional, que ingresó al colegio para controlar los actos de vandalismo.
Ante la crisis, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte suspendió las clases presenciales y activó de forma urgente una mesa técnica liderada por Daniela Febres Cordero, subsecretaria de Educación.
«No hubo docentes involucrados. Tenemos a los estudiantes identificados y sabemos de qué curso son. Vamos a tomar todas las sanciones contra estos estudiantes», afirmó la funcionaria.
Sobre la salida de los tres maestros, Febres Cordero explicó que tenían contratos ocasionales y que fueron finalizados por negligencias y omisiones en el cumplimiento de sus responsabilidades. Mencionó, como ejemplo, un caso de violencia escolar en el que uno de los docentes no activó la ruta de atención correspondiente y optó por mediar directamente entre la víctima y el presunto agresor.
Sin embargo, los maestros desvinculados aseguran que fueron apartados por haber denunciado irregularidades más graves dentro del plantel. Entre ellas, señalaron casos de acoso contra estudiantes cometidos presuntamente por otros dos profesores en 2024. Uno de ellos, según mencionaron, se habría suicidado un mes atrás debido a la presión mediática. «Yo notifiqué enviando correos a las autoridades», afirmó uno de los docentes. Otro sostuvo que ya existían denuncias por presunto acoso sexual en la institución.
Un padre de familia respaldó esas versiones y contó que su hijo fue víctima de acoso. «Gracias a los profesores que hoy están desvinculados, me llamaron a mi teléfono a decirme la situación con mi hijo. Yo puse la denuncia en la Fiscalía y ante el Ministerio de Educación”, relató.
Sobre este punto, la subsecretaria Febres Cordero aclaró que hasta ahora no se han presentado pruebas concluyentes, aunque el proceso sigue en investigación en la Fiscalía.
Mientras tanto, la mesa técnica determinó que los más de 2 000 estudiantes del colegio continúen con clases virtuales al menos hasta el viernes 26 de septiembre, fecha en que se realizará una nueva evaluación de riesgos para decidir si se retoman las actividades presenciales.