Kiev vivió una de sus noches más trágicas desde el inicio de la guerra. Un ataque masivo ruso dejó al menos 10 muertos y más de 100 heridos, según confirmó el alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko. Las autoridades señalaron que el bombardeo afectó edificios residenciales, escuelas e infraestructuras críticas.
El presidente Volodímir Zelenski como uno de los más terribles, ya que ha dejado una estela de destrucción en zonas residenciales, escuelas e infraestructuras clave.
“Se están realizando esfuerzos para rescatar a personas de entre los escombros de un edificio residencial común. Aún se desconoce cuántas siguen atrapadas”,expresó Zelenski en un mensaje en la red social X, acompañado de imágenes desgarradoras de edificios completamente colapsados.
Las explosiones sacudieron la ciudad durante gran parte de la madrugada, mientras las defensas antiaéreas trataban de repeler la ofensiva. Según el Ministerio del Interior, se registraron daños considerables en varios bloques de viviendas y centros educativos, especialmente en el oeste de la ciudad, donde un bloque de apartamentos colapsó parcialmente por el impacto directo de un misil.
El ataque, que incluyó más de 440 drones y 32 misiles, entre ellos varios hipersónicos Kinzhal, fue parcialmente contenido por las fuerzas ucranianas, y la Fuerza Aérea logró interceptar 26 misiles y 239 drones, aunque no pudo evitar que 10 objetivos fueran alcanzados directamente. Los restos de los proyectiles derribados también cayeron sobre otras 34 zonas de la capital.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, advirtió que las operaciones de búsqueda y rescate continúan, y en paralelo, otras regiones como Odesa, Zaporiyia, Chernigov, Zhitomir, Kirovogrado y Nikolaev también fueron atacadas. En Odesa, se reportaron dos fallecidos, entre ellos una mujer de 78 años, y al menos 17 heridos.
El contexto de este ataque no pasa desapercibido, ya que se produce apenas unas horas después del intercambio de cuerpos de soldados caídos entre ambos países, con Ucrania recibiendo más de 6 000 restos de militares y devolviendo 78 cuerpos de soldados rusos.
Zelenski, visiblemente afectado, pidió una vez más una respuesta contundente por parte de la comunidad internacional. “Estos ataques son puro terrorismo. El mundo entero debe responder como una sociedad civilizada frente a los terroristas. No puede haber más silencio, más indiferencia”, exigió.
Mientras tanto, Kiev trata de recuperarse del golpe, con equipos de emergencia trabajando sin descanso y familias enteras enfrentando la devastación. La guerra, lejos de menguar, sigue dejando heridas profundas en el corazón de Ucrania.