Bolivia enfrenta una profunda crisis económica desencadenada por la disminución en la producción de gas, su principal fuente de ingresos. Esta situación lleva al presidente Luis Arce a levantar la prohibición sobre el uso de criptomonedas, impuesta desde 2020, como medida para mitigar la escasez de dólares en el país.
Con una población de 12 millones, Bolivia se enfrenta a una aguda crisis marcada por la falta de divisas y la necesidad de reducir las importaciones de combustible. La economía boliviana, fuertemente dependiente del gas natural, ha visto aminorados sus ingresos debido a la falta de inversión en exploración en este sector crucial.