La denuncia ciudadana de una “cucaracha bebé” en una salsa dulce fue la alerta para que el equipo técnico de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) revisara a detalle cada espacio de un restaurante de comida asiática (chifa) en Cuenca, y efectivamente encontrara toda una infestación de estos insectos, junto al arroz preparado, ensalada fresca, mariscos precocinados y más alimentos.
El establecimiento a simple vista cuidaba la limpieza; sin embargo, al mover los equipos de frío, cucarachas grandes y pequeñas salieron corriendo en búsqueda de refugio. Tal es el caso que la cantidad de excremento formaba una pequeña capa de color negro en los motores de los refrigeradores.
En la cocina la situación no era diferente. En el estante en donde se colocaban los alimentos cocinados y listos para servir, salían cucarachas entre las rendijas; al golpear los filos del anaquel, los insectos se movían de un lado a otro.
El propietario del local explicó que realizaban el control de plagas de forma casera. Ahora, para poder ofertar nuevamente sus servicios, tendrá que mejorar esta irregularidad para contrarrestar el problema. Una vez constatadas las observaciones indicadas por el personal de Arcsa y que garantice la inocuidad de sus alimentos, se retirará el sello para que puedan seguir funcionando.
