A pesar de una inversión millonaria y años de construcción, el Mercado Bicentenario de Machala permanece sin ser utilizado debido a la resistencia de los comerciantes.
La inauguración del Mercado Bicentenario de Machala, una obra que prometía modernizar el comercio local, se ha convertido en un nuevo capítulo de una historia que se repite en Ecuador: la de las obras inconclusas o subutilizadas.
A pesar de que la construcción concluyó y el alcalde Darío Macas anunció su inauguración para diciembre de 2023, el mercado sigue vacío. La razón de esta situación radica en la negativa de los comerciantes a ocupar los nuevos locales.
El principal punto de discordia es el costo de los locales. La Empresa Pública de Mercados de Machala propuso un alquiler mensual de 150 dólares, un monto que consideran excesivo los comerciantes, quienes ya operan en condiciones precarias en el antiguo mercado.
Ante esta situación, el alcalde Macas ofreció subsidiar la mitad del alquiler, reduciendo el costo a 75 dólares mensuales por local. Sin embargo, esta propuesta tampoco ha logrado convencer a los comerciantes, quienes argumentan que los nuevos locales no cuentan con las condiciones adecuadas y que el costo de mantenimiento sigue siendo elevado.
La falta de consenso entre el municipio y los comerciantes evidencia un problema de comunicación y confianza. Los comerciantes sienten que sus necesidades no han sido escuchadas y que se les ha impuesto una solución que no consideran viable. Por otro lado, el municipio argumenta que la nueva infraestructura es necesaria para mejorar las condiciones sanitarias y de seguridad del mercado.
La negativa de los comerciantes a ocupar el Mercado Bicentenario representa una pérdida significativa para la ciudad de Machala. La inversión de 11 millones de dólares en esta obra podría haberse destinado a otros proyectos que beneficiaran a la comunidad. Además, el mercado vacío se convierte en un foco de inseguridad y un deterioro del espacio público.
