Pedazos de carne supuestamente envenenada y químicos cerca a un sendero turístico del Parque Nacional Galápagos, fueron los hallazgos de un grupo de ciudadanos que denuncia la muerte de al menos 100 perros en lo que va de 2024. El caso se dio en la isla Santa Cruz, una de las más pobladas del archipiélago con 17 233 habitantes, según el INEC.
Dos personas que decidieron mantener su nombre bajo reserva, denunciaron que por este tipo de carnada, los perros han fallecido. Indicaron que si bien la carne no estaba dentro de la reserva natural, sí en los límites y cerca de senderos por donde transitan turistas y habitantes con sus mascotas.
Los pedazos de carne presuntamente envenenados habrían sido colocados ante la presencia de perros de cacería sueltos. Estos canes se usan para la caza de chivos en la isla y al parecer, los dueños no tuvieron el debido control y hubo cachorros que se escaparon.
Sin embargo, mascotas que andaban por el sector, supuestamente comieron la carne contaminada. Los dueños los llevaron a centros veterinarios donde les habrían confirmado la presencia de la sustancia tóxica en el organismo.
El colectivo ciudadano indicó que han recogido a lo largo del año estos casos, que incluyen fotos de químicos. Comentaron que el envenenamiento de perros no es una solución y que no se ha denunciado por temor, ya que «todos se conocen». Les preocupa que el uso sin control de tóxicos afecte a personas e incluso, a las especies endémicas.
A esto, se le sumaría otro problema: la sobrepoblación de perros y gatos, a decir de los denunciantes. Las cifras del último censo población del INEC reflejan que allí hay 6 787 mascotas. Esto de las 11 925 que hay en todo el archipiélago. Es decir, más del 50 %.
Por la falta de control de las mascotas en Galápagos. Han grabado a perros deambular por el Parque Nacional, sin aparentemente dueños. También han reclamado por la falta de control de las autoridades.
Claudia Hodari, una extranjera residente en las islas, sostiene que incluso hay venta de perros en Galápagos. Asegura que ha visto todo tipo de razas como dálmatas en Santa Cruz.
Hodari contó que cuando intentó denunciar la problemática, no tuvo mayor respuesta. «Me dijeron que eran especies que ya estaban aquí y que ya no se podía hacer nada».
La residente detalla que las especies endémicas de Galápagos no solo son vulnerables a ataques. Explicó que solo el olor que emana un perro o gato puede hacer que ciertos tipos de aves se alejen y no vuelvan a su hábitat.
Hodari y los ciudadanos, apuntan a que fallan los organismos de regulación para hacer cumplir la ordenanza municipal de manejo de fauna urbana en Santa Cruz. La norma local estipula la protección y defensa para garantizar los derechos de las mascotas.
El grupo ciudadano también denuncia que no hay un control con la esterilización de las mascotas. Lo que ha derivado a la reproducción de perros y gatos, que luego se convierten en callejeros. Pese a eso, rechazan el envenenamiento de perros como una alternativa a la problemática.